Diez días en República Dominicana y algo más de tres meses por delante en este pedacito del Caribe.
Quince generosas semanas para descubrir rincones de un país que se presenta hermoso, ruidoso e interesante a partes iguales.
Lo bueno de irme por ahí sin billete ni fecha de vuelta es que los lugares, la gente y los ritmos se saborean mejor, puedo observar con calma y pararme a escribir manual, primero, y digital, después.
Hoy comparto las primeras impresiones de un país que apenas conozco, porque ¿qué son diez días para decir que se conoce un país, una cultura o a su gente?
Justo estoy viviendo la fase de luna de miel del choque cultural en República Dominicana, y cómo lo estoy gozando, mami.
Estoy segura de que este país calará hondo pero, por ahora, feliz con vivirlo, sentirlo y dejarme sorprender.
Aviso para navegantes: si buscas una guía turística al uso, sorry, aquí no la hay. Si tienes ganas de encontrar cualquier otra cosa, puede que hasta te guste lo que estás a punto de leer.
Micro-impresiones
1. Arroz blanco y habichuelas, pal’abuelo y pal’abuela. Alimentos para todos los bolsillos.
2. Concón: arroz blanco hervido y luego frito con mantequilla. Las palomitas de maíz dominicanas.
3. Aquí, la papaya es lechosa, la fruta de la pasión, chinola y la banana, guineo.
4. El aguacate es aguacate. Mantecoso y sabroso. Manjares de estos lares de la Tierra.
5. Descubrimientos frutales de la semana: guanábana y manzana de oro.
6. Esto es tan fértil, que sacudes árbol y tu estómago ya se prepara para hacer la digestión.
7. Fuera de las grandes ciudades (quizá también en ellas), las peleas de gallos son el pan de cada día.
8. Armas, Zona Colonial, inseguridad, cultura, paranoia. Santo Domingo tiene mucho arte y mucho miedo. Descubrir la capital sería todo un reto pero antes necesito reactivar el radar de moverme por América.
9. ¿Creías que el Caribe es verde por casualidad? Lluvias diarias y tormentas se encargan de mantener este verde selvático y tropical.
10. Casi nadie fuma y yo dejo de fumar por vigesimoquinta vez.
11. Alcohol. Mucho alcohol. Demasiado alcohol. (Me había propuesto no analizar mi nueva realidad con ojos sociales pero es que se me escapa… ¡Chsss!, no se lo digas a nadie).
12. Sex is in the air.
13. La tasa de fertilidad es de 2,3 hijos por mujer (y eso es mucho) y es el primer país de la región del Caribe en número de embarazos adolescentes. Mujeres con sus pollitos de la mano o acoplados a sus caderas por todos lados.
14. Bachata y merengue: los ritmos de la provincia de Samaná. A más decibelios, más alegría pal cuerpo. A todo trapo, a toda hora.
15. Salsa: el ritmo de Santo Domingo.
16. Me siento muy guiri, muy gringa.
17. El béisbol es el deporte nacional y la excusa para sentarse en las sillas de plástico frente a la pantalla gigante del bar de turno, ver el partido sin volumen, hacer temblar los altavoces encima del coche y ensordecer como si no hubiera un mañana.
18. En las zonas rurales (25%) hay un objeto básico: el machete. Medio metro de herramienta que muchos hombres llevan todo el día colgada del cinturón para trabajar la madera, para defenderse y para bajarse un coquito de agua si se tercia.
19. No necesito crema hidratante para la piel ni acondicionador para el pelo. Viva la humedad.
20. ¿Qué mejor lugar para guardar los billetes que en la pechera? No, no en el canalillo (deja de ver pelis de carreras de coche) sino en el sujetador. En la parte superior del pecho izquierdo si eres diestra y del pecho derecho, si eres zurda. No por nada, es que es más fácil meter y sacar billetes. Adopté esta técnica viajando por Bolivia, en 2010, y no sabes el gustazo que da salir de casa con manos y bolsillos vacíos. ¿Quién va a robar ahí?
21. Motoconchos: moto taxis y transporte por excelencia. Donde caben dos, caben cuatro. Sin casco, por supuesto.
22. No me extrañaría que esta fuera la tierra donde Adán y Eva procrearon como locos. Calor, belleza, mar, exotismo, sex in the air… Quién sabe, quizá este paraíso salvaje le pegue más a Lilith, la primera mujer de Adán, libre, promiscua y valiente, que se tronchó de risa cuando le dijeron que era un ser inferior porque había salido de la costilla de un hombre. Decidió seguir su camino, aunque la vida se le complicara un pelín por ello.
23. Pero en las playas del paraíso también hay algas. Y, mira, han venido todas a recibirme.
24. Mi nivel de productividad ha caído en picado a niveles bajo mínimo, ¿de verdad crees que en paraíso trabajaban con horarios y por objetivos? Pffrrr.
25. Tanta maravilla natural está deleitando mis pupilas, que se encogen y ensanchan a marchas forzadas sin necesidad de alicientes ilegalizados.
Y esto es solo el principio…
Tírale del rabo
Experiencias, vivencias, fotos, recuerdos, descubrimientos, arte, cultura, arquitectura, fotografía, mar, montaña, bosque, desierto, ligues, aprendizajes, emociones, sentimientos, conocimientos, desconexión, conexión, descanso, acción, desarrollo personal, despelote, aventura, amor, curiosidad, reto, tachar una cosa más de tu lista de deseos…
Sea cual sea el motivo que te mueve a viajar o a soñar con viajar, ve a por él, síguelo y tírale del rabo antes de que lo pierdas de vista, verás cómo se para y te pregunta, de frente, qué quieres. Ahí sí que estará en tu mano soltarlo o decirle que lo que quieres es irte por ahí, graduar tus gafas de ver el mundo y convertirte en tu mejor versión.
No dejes que los miedos, las dudas o los planes que tengas para la jubilación te ganen la partida.
Si puedes escoger tu paraíso, hazlo.
Que nadie lo decida por ti.