Estaba callejeando por Madrid, lo vi allí, en la mesa de novedades de la librería Traficantes de sueños (Madrid), recién salido del horno, y no me pude resistir pasar por caja y llevármelo a casa: Cooperación. Verdades, mentiras y vivencias de una ¿utopía? de José Luis Paulín Seijas (2016).o me pude resistir pasar por caja y llevármelo a casa.
La primera garantía fue que lo publica Ediciones Bellaterra; la segunda, que la colección está dirigida por Manuel Delgado, y, la tercera, que todo lo que se recaude con la abanica del libro va destinada a proyectos para el Pueblo Saharaui, a través de la ONG Mundubat.
El autor, José Luis Paulín Seijas (él mismo reivindica el apellido materno como parte de su identidad), es médico de familia y traumatólogo a un pueblo de Euskadi, y hace años que participa en actividades de cooperación. En Ecuador, Camboya, el Sáhara, pero también en casa.
Resultado: lo he devorado.
El mundillo
Después de 10 años, sigo poniendo en entredicho las definiciones, enfoques y teorías que rodean del mundillo de la cooperación y el desarrollo, tan condicionado por los momentos históricos, económicos, políticos y geoestratégicos de cada época y, no lo olvidemos, de quien tenga el poder y más capacidad de imponer o hacer sentir su voz a nivel internacional.
No entraré en las diferentes corrientes y maneras de ver y vivir la cooperación porque esto da para una colección de artículos o un libro entero, pero sí me apetece escribir sobre esta lectura, que me ha interpelado, me ha hecho sonreír y me ha recordado y ratificado que la vida es política, sobre todo traducida en nuestras acciones.
Al fin y al cabo, ¿qué es cooperar?
Trabajar de forma conjunta por un objetivo común que comporte una mejora común.
Y esto se puede hacer lejos o ‘en casa’, porque la injusticia se encuentra repartida en todo el mundo. Eso sí, de una forma muy desigual.
El capitalismo salvaje, que es como Paulín Seijas denomina el neoliberalismo, condiciona nuestras realidades más cercanas y las más lejanas, que a veces no percibiremos como nuestras, y también condiciona nuestro modo de ver y de vivir, no lo olvidemos.
Me gusta el libro porque no hay dogmas.
Sí vivencias, experiencias y opiniones personales muy fundamentadas y explicadas.
Quizás no sea un libro con grandes teorías ni corrientes nuevas, pero eso también me gusta.
El autor transmite algo muy importante en la cooperación a nivel personal, que ‘la posibilidad de aprender va unida a la existencia de lo diferente, sin ello todo sería plano, falto de interés’.
Me ha facilitado muchas herramientas para trabajar con personas que deciden vivir en un contexto cultural, socioeconómico y político muy diferente al del nido que las ha visto nacer y empezar a ser adultos. Desde definiciones a descripciones detalladas de situaciones y contextos que se hacen fáciles de imaginar y comprender, pasando por relaciones con personas que aparecen en el momento de la vida ‘de cooperante’ y con personas de nuestro entorno, ciudad, barrio y casa.
Txoria txori
Me gusta porque usa canciones, literatura y cultura popular para expresar su mensaje.
¿Mi preferido de todos los que aparecen en el libro?
Lo tengo muy claro: el poema Txoria txori (El pájaro es pájaro), de Joxean Artze Agirre, que Mikel Laboa Mancisidor musicalizó.
Creo que es la primera vez que, de una manera tan sencilla y breve, recibo un mensaje que percibo como mío desde hace muchos años.
Debería ser la primera página de una cosa así como el ‘Manual para familiares y personas que aman a culos inquietos’. Nos ahorraríamos muchas explicaciones y discusiones que caen en saco roto.
Se puede frenar la esencia uno, cinco, diez o quince años… pero todo suele volver y con más fuerza si se ha atado corto:
‘No podrás sujetar a un(a) cooperante si quieres convivir con él/ella. Sí negocias y acordar, pero nunca cortarle las alas, si no, ya no sería él/ella.’
Tengo la suerte de tener esa pequeña flama que me empuja a buscar proyectos con compromiso.
Sería mucho más sencillo que me gustara ganar un buen sueldo y trabajar sólo por unos beneficios económicos (que también), pero es que no puedo.
Necesito esta chispa que me hace bailar la cabeza y que, a la vez que ganarme la vida, me permite ponerme en la piel de la otra persona, de aquí y de allá, también cuando tengo que aceptar, por mucho que me cueste, que ‘hay cosas que, sencillamente, son como son y no de otra manera’.
Vale la pena leer (y si puedes, comprar) Cooperación. Verdades, mentiras y vivencias de una ¿utopía?.
De verdad que José Luis Paulín Seijas sabe transmitir el mundo de la cooperación y qué podemos hacer si queremos formar parte de él pero no tenemos ni idea de dónde está la puerta de entrada.
Y, otro detalle que me ha encantado: el autor deja su correo personal y pide a las personas que hayan leído el libro que ‘se ponga contacto conmigo para compartir en qué ha repercutido la lectura del libro y si se ha producido algún hecho, miedo pequeño que sea, tras su lectura‘.
Yo ya lo hecho… no podía dejar escapar la oportunidad.
“Cuando te sumerges en el ámbito de la cooperación, empiezas a descubrir otras realidades desconocidas que no están en la ‘portada’ de lo que otros deciden que son las que tenemos que conocer”.
J. Paulín Seijas