Sant Celoni, 18 de marzo de 2020
Las mejores ideas suelen venir en momentos inesperados pero similares.
No falla.
A mí me vienen callejeando, conduciendo y en la ducha.
Siempre en momentos en que no puedo escribir ni grabar un audio.
C’est la vie.
A veces me apuro y me da para anotar esa frase o esa idea que me llevará a la luna.
A veces me apuro y la idea está ya en Marte.
A veces no me apuro y luego me acuerdo de mi tía la calva por no haberlo hecho.
Elizabeth Gilbert, en su libro Big Magic (Libera tu magia) llama a este momento “magia”.
Y es que todo empieza con una idea.
Y, desde el principio, desde pequeña, mi idea fue escribir.
“Libertad en la luna,
libertad en el sol.
Libertad en el cielo,
libertad en la tierra.
Quiero ser libre, acercarme al horizonte
y oler el vuelo de mis primas las gaviotas”
Así empezaba mi poema “Libertad”.
No me acuerdo de nada más.
Bueno, normal.
Tenía 12 años y ni idea de dónde quedó ese poema escrito en celulosa y tinta de boli Bic.
Lo que sí sé es lo que sentí cuando escribía ese poema pre-pubertoso total.
Mamma mia, el boli andaba solo.
Qué subidón de sensaciones buenas.
Me sentía fuerte, me sentía concentrada, me sentía plena, me sentía…
No, mentira.
Que tenía 12 años y no soy Krishnamurti.
Me divertía, me lo pasaba bien y me sentía yo.
Eso sí lo recuerdo bien.
Exponerse
Al día siguiente, me subí a la tarima.
Saqué la libreta de hojas cuadriculadas y la abrí por la página titulada “Libertad”.
3o y pico de caras mirándome.
Algunas con curiosidad, otras con tedio.
Después de escuchar 20 poemas, la peña estaba hasta el gorro de rimas consonantes y asonantes.
Pasé de mirar esas caras que la edad aún no había moldeado, tomé aire, me metí en mi burbuja y me puse a recitar.
Acabé el poema, con una sonrisa de oreja a oreja.
Mi cerebro: “Joer, qué bien me ha quedado esto”.
M.C. me miró con esa condescendencia que acompaña a algunos profes y lo único que dijo fue:
“Eso es libertinaje y tú tienes 12 años. No tienes ni idea de lo que es la libertad”.
Olé tú.
Pedagogía pura, oye.
Total, que seguí escribiendo, casi siempre a puerta cerrada.
Hasta hace unos años.
Ya no me daba el candado para seguir manteniendo las palabras de puertas para dentro y decidí exponerme.
¿Resultado?
Más de 70 artículos sobre interculturalidad y viajes en mi blog.
Un libro en inglés publicado por la Universidad de Valencia,
Colaboraciones en varios medios,
Los correos que cuelan en tu bandeja de entrada cada cuando,
3 ebooks para viajar sin moverte del sofá,
y alguna cosilla más que se está cociendo.
¡Chúpate esa, M.C.!
Y es que todo empieza con una idea.
¿Cuál es la tuya?
Un abrazo,
Anna